miércoles, 11 de julio de 2018

Al final, valió la pena?

Hay ocasiones en nuestra vida que pasamos por ciertos momentos que hacen que nos preguntemos si algo o todo valió la pena, considerando que se ha llegado a un fin, cualquiera que ese sea y quiero poner el siguiente ejemplo:

Un individuo entra a trabajar en una empresa que le gusta, porque se siente agusto, se desenvuelve bien, conoce y ha hecho amigos, es parte de un equipo, etc. y su desempempeño es bueno a lo largo de algunos años, junto a los demás compañeros ha logrado muchos avances y fue ascendiendo poco a poco, independiente de sus defectos. Después de un tiempo las cosas empezaron a cambiar para mal y el resultado fue que a ese individuo lo echaron de la empresa por cometer un error. Luego de ese suceso, la empresa no fue la misma, si bien se mantuvo en pie no fue con el mismo ritmo que se procuraba tener, pareciera como un equipo de futbol donde sin el jugador estrella aquel pierde el partido.

Después de asimilar las cosas llegó un punto en que el individuo se preguntó si al final valió la pena todo lo que hizo cuando estuvo en esa empresa, si era justa o correcta su salida, si debería lamentarse por el descenso de la empresa y no poder hacer algo al respecto, si debería estar triste...


Tener una respuesta a esa pregunta es difícil pero al final del tunel se llega a ver un punto de luz que nos permite ver todo con mayor claridad y tener esa respuesta que nos deje algo con sentido. El hecho de trabajar con un equipo por un determinado periodo y luego salir a la mala de ese equipo no debe hacernos permanecer en un estado de tristeza o depresión permanente. Se debe alcanzar cierto grado de madurez mental para comprender tal situación y al principio parecera complicado e inentendible pero cuando se desprende de una situación de ese tipo y se ve a lo lejos como una escena de película y meditando sobre eso, se llega a la redención. Es saber que se hizo lo que se tenia que hacer en su momento, de dar lo mejor de uno, de lograr alcanzar metas durante nuestra estancia en determinado lugar y estar satisfecho de ello, pero también estar consciente que todo puede acabar en cualquier momento y si se llega a ese punto y de una forma negativa que no imaginabamos pues no decaer y que lo que venga después de nosotros sea algo bueno, ya sea para el equipo al que perteneciamos, la empresa donde trabajabamos, etc., y si por el contrario les va mal, no tenemos que cargar con ninguna culpa pues mientras nosotros estuvimos ahí se dio lo mejor.

Si ese individuo pensó que de haber sabido lo que sucedería habría elegido otro camino es algo ilógico pues aunque el futuro es lineal, los momentos no se pueden predecir con exactitud.

Y si alguna vez has pasado por una situación similar, no te desanimes, hiciste lo tuyo y punto, lo que venga después no es tu problema así que no necesitas sacrificarte en vano. Si me preguntas si al final, valió la pena? Mi respuesta será "Si, valió la pena".

Animo.

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