jueves, 24 de octubre de 2013

Flaco–El encuentro

DSC01336Después de meses sin escribir ninguna entrada por simple flojera ya era justo y necesario volver a la carga, esto de escribir no se me da como a otros pero hago lo que puedo sin embargo creo que la siguiente historia vale la pena ser escrita…y leerla.

Hace aproximadamente 4 domingos salí por la mañana en el carro a dar una vuelta, eran como las 11 de la mañana cuando al ir cerca de la casa de una tía, si acaso unas 6 calles me di cuenta que a mitad de calle estaba cruzado un perro, delante de mi iba una camioneta y se detuvo para que el animal pasara sin embargo se veía desorientado, se veía simple y sencillamente jodido, desnutrido y casi sin fuerza, afortunadamente brinco al camellón y quedo a salvo, lo vi y me causo tristeza. Continué mi camino pero no podía dejar de pensar en ese pobre perro por lo que decidí ir a una tienda que igual estaba cerca de ese punto, compre una botella de agua y 2 paquetes con 2 salchichas cada una, de esas que por lo regular se les antojan a los niños. Volví al punto donde me encontré al perro y aún estaba ahí, me estacione, me acerque a el para ofrecerle lo que había comprado pero el perro parecía no saber donde me encontraba, me acerque mas en lo que abría uno de los paquetitos de salchichas y se las di a oler, el perro, por instinto, lanzo la mordida queriendo pepenar la salchicha, la primera se la trago entera sin tan siquiera saborearla pero, que se puede esperar uno de un perro en esas condiciones? La segunda salchicha se la partí en varios trozos y se las arroje al piso, cuando se la acabo, abrí la botella de agua y la dejaba caer mientras con mi otra mano la hacia de vaso, si que estaba sediento y el agua se la tomo como si nunca hubiera tomado. A partir de ahí note que uno de sus ojos se veía blanco por lo que deduje que no tenia visión de ese ojo pero al percatarme bien del otro note que si tampoco tiene visión al menos tiene pequeños puntos de ella porque simple y sencillamente le hacia movimientos de manos y no seguía los movimientos.

Un verdadero desastre, un perro desnutrido, sin fuerzas y sin ver debe ser muy malo, la diferencia de una persona es que las personas invidentes tienen uso de razón que les permite allegarse de sus necesidades más fácil que un animal, en este caso ese perro.

Una vez que se termino las salchichas y el agua pensé seriamente llevármelo pero también pensé que no puedo tomar decisiones por que si, estaba entre la espada y la pared, de nueva cuenta…(ver la historia de Lucky) y tome una decisión difícil, decidí irme porque sabia que no podía hacerme cargo de él. Mas me hubiera valido nunca habérmelo topado, después de comer me fui a recostar un momento con ganas de dormir, no pude. El hecho de recordar una y otra vez a ese pobre animal me daba vueltas en la cabeza, pensaba en que sería de él, total, no estaba en paz y así se me fueron los minutos. Sinceramente no lo recuerdo bien pero creo que ese mismo domingo más tarde, salí a buscarlo por toda la colonia a bordo de mi carro a vuelta de rueda, cerca de una hora lo busqué sin resultado alguno y me sentí decepcionado porque tuve la oportunidad de hacer algo por él y no lo hice, me entro la culpa por no haber actuado en el momento y me resigne a dejar así las cosas.

No estoy seguro si fue ese domingo o al día siguiente por la tarde que tenía que hacer unas cosas que ya ni recuerdo, el caso es que iba por una vía semaforizada, tenia que agarrar 4 semáforos y virar a la izquierda pero el destino tenía para mi otro plan, el tercer semáforo parpadeo para ponerse en rojo y como no me gusta acelerar para intentar pasar pues decidí detenerme, la otra calle también corre hacia la izquierda por lo tanto tomé la decisión de agarrarla al cabo era casi lo mismo que agarrar la calle después del 4° semáforo. Apenas avance como 50 metros después de haber dado vuelta y para mi sorpresa lo vi, me detuve en seco, metí reversa y me regrese. Era él, el perro que había visto, yacía en un pedazo de zacate, con unas tortillas al lado de él que negaba a comerse y fue que tome una decisión definitiva, me iba hacer cargo de él, no consideré justo que un pobre animal en esas condiciones estuviera así.

Al principio no sabia como subirlo al carro, me daba cosa tener que agarrar un cuerpo en total desnutrición, lo tomaba con delicadeza pero también cuidando que no me fuera a morder, nunca se sabe como reaccione un animal en esas condiciones. Después de batallar cerca de 10 minutos logre treparlo al carro y llevarlo a casa de mi tía, a la que agradezco infinitamente porque me ayuda a tenerlo. Una vez que lo vieron mi tía y mi mama me preguntaron que que hacia ese perro ahí, les conté esta misma historia…

Al principio mi mama no quería, mi tía pues creo que le da igual. Me puse en contacto con una prima a la que también agradezco el apoyo. Logró concertarme una cita para que revisaran al perro, fue un miércoles y fue un verdadero martirio para mi y para el perro porque el lugar a llevarlo era demasiado lejos, el perro al principio iba tranquilo pero como a mitad de camino empezó a desesperarse de poco en poco y yo tratando de tranquilizarlo pero no era posible. Después de como 45 minutos en llegar, lo revisaron y el resultado no era del todo malo, al menos no se le veía maltrato o lesión grave, le pusieron una inyección creo que para la rabia, una pastilla para no sé que, un espray para quitarle las garrapatas y ya, le diagnosticaron una edad aproximada de 9 años. Era hora de regresar y de nueva cuenta a sufrir los dos pero en fin, era para su bien. Mi prima le dio unos sobrecitos de carne y le compro un bulto de 7 kilos de una croqueta “mejor” que otra en cuestión para que gane un poco mas de peso más pronto.

Después de casi un mes el perro se ha repuesto un poco, se ve la diferencia, insisto que esta un 99% ciego – Creo que existe posibilidad de recuperar parcialmente la vista – porque se guía solo por el olfato y los sonidos pero me asombra su capacidad de reconocimiento porque reconoce mi voz, la de mi mama o la de mi tía, nos mueve su cola y ladra si oye sonidos que no conoce o voces desconocidas, al fin perro.

De que me quejo? Absolutamente de nada, creo que esto representa un reto y una oportunidad para mi, porque al principio tuve la opción de hacer algo y no lo hice, se me dio una segunda oportunidad y aproveche para tomarla, que se tiene que gastar dinero en ese perro? Si, pero no reniego, asumo las consecuencias de mis actos y en este caso no tengo nada que decir. Creo que hoy Flaco tiene una mejor calidad de vida y espero que la tenga mientras este conmigo o consiga una familia que lo quiera adoptar, que lo quiera y quiera hacerse cargo de él a pesar de estar limitado.

Si, ese perro se llama Flaco.DSC01340

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas felicidades por animarte a darle ayuda a ese perro, supongo que a muchos nos pasan cosas asi, pero no todos les brindamos la ayuda que necesitan porque no siempre uno toma ese tipo de desiciones, la mayoria no lo hacen, simplemente se voltean a otro lado, bien por ti, que triste que ya todo nos parezca ajeno y no nos importan los demas seres vivos